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tick, tick...BOOM!

No es una bomba que explota sino nada más ni nada menos que Lin-Manuel Miranda dirigiendo una película sobre la etapa de la vida de Jonathan Larson (creador de musicales establecidos como Rent) cuando aun no había alcanzado la fama.


Basada en material autobiográfico que dejó Larson, esta producción refleja cómo el compositor vive su pasaje de la década de los 20 a los 30, intentando encontrar la motivación para escribir un hit que lo posicione en Broadway, al mismo tiempo que lucha contra sus ambiciones y los rechazos durante varios años.


Personalmente, no conocía el musical "tick, tick...BOOM!", anterior a Rent. Esta película sorprende por varios motivos. El primero de ellos es la actuación de Andrew Garfield, quien muestra al público sus habilidades para cantar y expresarse, llevando su capacidad interpretativa a otro nivel.


El segundo motivo es lo bien que representa la historia una crisis existencial del compositor donde no sabe si será lo suficientemente bueno para seguir con su sueño y vencer los obstáculos que la vida le presenta. Aunque parezca trillado, el talento de Larson pudo sobrevivir gracias a una red de contención, y sus letras reflejan los pensamientos divergentes que enfrentamos los jóvenes sobre nuestras existencias y propósitos. La historia mantiene el foco en esa búsqueda constante para dejar una marca en el mundo que tenga sentido.


Larson convivía con los bohemios que más tarde representará en Rent con la famosa canción "La Vie Bohème" y, sin sorpresas, tenía dificultades para pagar el alquiler y los servicios de su departamento. También convivía con la epidemia del SIDA que causó estragos en sus relaciones cercanas.


No solo recomiendo "tick, tick...BOOM!" para los fanáticos de los musicales. Es una gran manera de pasar el tiempo aprendiendo sobre la vida de este artista a quien la vida se llevó demasiado pronto pero que cambió la historia de los musicales, revigorizándolos para siempre.


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